Claudia Franco
El estrés ¿Factor psicológico en la deserción universitaria?
Afecta el estrés a los universitarios
El ritmo de vida es un factor de riesgo para la salud de los estudiantes y para muchos, también una verdadera pesadilla.
EL UNIVERSAL
MÉXICO, DF.- La vida universitaria suele ser una etapa memorable; es la época en que uno aún tiene la posibilidad de excederse en diversión y estudio. Sin embargo, en el mundo actual, con tantas exigencias, ritmo acelerado y ardua competencia por ocupar un lugar en la ?población económicamente activa?, las presiones de la academia y la cotidianidad hacen que este bello periodo estudiantil sea menos placentero y se convierta en toda una pesadilla.
Tras una investigación realizada el año pasado con una muestra representativa de alumnos de la facultad de sicología de la Universidad Veracruzana, se supo que más de 70 por ciento de los estudiantes se siente vulnerable a caer en cuadros preocupantes de estrés.
La investigación, titulada ?Calidad de vida y estrés en los universitarios?, dirigida por Irma Aída Torres Ferman, académica y maestra en sicología, inició debido a que, desde hace algunos años, se plantea la construcción de ?universidades saludables?.
?Se trata de crear un ambiente donde los estudiantes puedan realizar su labor y desarrollar actividades que los hagan crecer personalmente, no sólo en el aspecto intelectual, sino además llevar una vida sana, estar bien alimentados y estimulados por todo lo que los rodea?, explicó Torres.
?Con ello se pretende lograr que las instituciones sean capaces de preparar a los alumnos para desarrollar una buena calidad de vida. Esto debe iniciar desde los profesores, pues son ellos quienes transmiten los conocimientos a los jóvenes?, prosiguió.
Dentro del contexto del estudio se observó que, en numerosas ocasiones, los hábitos de vida que desarrollan los alumnos en la escuela son nocivos para su salud. La problemática que viven está determinada por una crisis económica y social. ?Aunque las universidades públicas presentan costos casi nulos en las colegiaturas, gastos como transporte, material propio de la carrera, pago de pensión y alimentos (en el caso de los que viven solos porque sus familiares están en otro estado o porque así lo decidieron) son un factor claro de presión?, dijo la sicóloga.
También se valoró que vivimos en un mundo muy competitivo, con muchas exigencias y pocas oportunidades de trabajo. Los alumnos de licenciatura no tienen las mismas oportunidades de integrarse al mercado laboral que hace 20 años, por lo que, entre más jóvenes concluyan sus estudios, menos posibilidades de trabajo tendrán. A lo anterior se añaden los problemas personales y de la vida cotidiana, factores que afectan su desempeño académico.
Esto, a su vez, somete a los estudiantes a cursar más materias de las programadas por el plan de estudios, entonces, se saturan y pasan largas jornadas de hasta 12 horas o más en el campus, lo cual no les permite realizar otras actividades, y los lleva a mal comer y mal dormir.
Torres Ferman señaló que ?la calidad de vida no sólo tiene que ver con cosas materiales sino con qué tan feliz se siente la persona y con la apreciación que hace de su propia vida?.
En la pesquisa se les cuestionó sobre cuáles eran las características del estrés académico que presentaban y cómo repercutía en su calidad de vida. Hubo quien respondió de manera adaptativa o positiva a la presión (con humor, búsqueda de apoyo y crecimiento personal), pero también se presentaron casos en que les causó efectos negativos (consumo de alcohol, drogas y a perder el tiempo en algo que no ayuda en nada).
La académica expuso que algunos de los síntomas de los estudiantes estresados son trastornos sicosomáticos, digestivos, dolor de cabeza y de estómago, falta de sueño, gastritis y colitis constantes... todos asociados con el estrés, que se incrementa tras largas jornadas de estudio y en época de exámenes o de entrega de trabajos finales.
Para salir de este cuadro, la experta recomienda que las escuelas incluyan programas preventivos que promuevan una vida saludable en el sentido de nutrición y la práctica de ejercicio. ?Aunque en muchas universidades hay estos servicios, pocos los aprovechan. Tendría que hacerse como algo muy consciente?. Lo mejor sería que hubiera más universidades públicas con menos alumnos, no más alumnos en los mismos planteles que ya existen, pues esto permite dar educación y trato de mejor calidad.